Presentación


Este blog, está dedicado a las gentes que han hecho

 lo que hoy es la 

 Ciudad de Castellón de la Plana   


Índice general 

BENEFECTORES Y PATRICIOS EN EL ANTIGUO CASTELLON

 BENEFECTORES Y PATRICIOS EN EL ANTIGUO CASTELLON


HOSPITALES. -

Contaba Castellón a finales del XIV con dos hospitales:

El propio en la ermita de San Sebastián (principio calle Mayor).

El de Guillen de Trullols (final de la calle Mayor).

En 1509 se dejó solo un hospital el de Trullols.

El Hospital Provincial que hoy conocemos, fue a instancias de un donativo del farmacéutico Ramos en 1881.


LA ENSEÑANZA. -

No fue obligatoria hasta 1857, por disposición de D. Claudio Moyano.

D. José Mas (Notario) en 1617 otorga por testamento una Fundación para Estudiantes, Huérfanas Doncellas, Pobres Vergonzantes y para rescatar a Cautivos Cristianos. Hasta el 1900 hay noticias de beneficiarios.

Dª Isabel Ferrer y Giner en 1778 funda en su casa (en la calle de La Enseñanza) la Escuela de Niñas.

Dña. Ana Martí Mas junto con el Obispo D. José Climent fundan el Casa Colegio de Niños Huérfanos (1754).

D. José Breva (Doctor) en 1798, funda escuelas en los arrabales; la Real en el de San Francisco y la Hospital en el de San Félix.


AL MUNICIPIO. -

D. Domingo Herrero (director de instituto) logró que el Conde Pestagua cediera gran parte del terreno del Parque de Ribalta, y también donó 3 hanegadas para la construcción del Camino de Lidón.

En 1890 fallece D. Juan Cardona Vives (sacerdote) que costeó en vida la restauración completa de Arciprestal. Y en una de sus fincas fundó el Asilo de los Ancianos Desamparados (C. Gobernador). En su testamento mandó construir las Iglesias de la Trinidad y Sagrada Familia, así como 4 hanegadas para la construcción del Camino de Lidón; el monumento del Rey D. Jaime I en Castellón lo costeó y es obra del escultor Viciando.


Cesar Arredondo Bombón

 D. César Arredondo Bombón

Cesar Arredondo Bombón


D. César Raimundo Arredondo Bombón, conocido cariñosamente como Don César, fue una figura muy apreciada en Castellón, su eterna sonrisa su cigarro puro siempre en sus manos, su tono de voz profundo y potente y su labor como Ayudante del Ministerio de Industria le otorgó un reconocimiento profesional destacado, pero fueron su carácter amable, su cercanía y su espíritu participativo los que le integraron plenamente en la vida social y cultural de la ciudad donde formó su familia y desarrolló la mayor parte de su vida.

Datos personales

  • Nacido: Valencia, 16/04/1907

  • Fallecido: Castellón de la Plana, 15/03/1998

  • Casado: 01/06/1945 con D.ª Amparo Fernández-Grande Luengo
    (Madrid, 06/08/1917 – Castellón, 30/07/2002)

  • Hijos: Amparo Arredondo Fernández-Grande, César Arredondo Fernández-Grande y José Luis Arredondo Fernández-Grande

Origen familiar
Hijo de César Mariano Arredondo Benítez, veterano de la Guerra de Filipinas, y de Josefa Bombón Martínez, fue el segundo de siete hermanos. La familia vivió en distintos lugares hasta la Guerra Civil de 1936 debido al cargo del padre como responsable de la Compañía de Explotaciones Resineras de España. La explotación de resinas, organizada en ciclos de 4 o 5 años, obligaba a residir cerca de los montes donde se realizaba la extracción.
Su padre ocupó también cargos de relevancia pública: Presidente de la Diputación Provincial de Teruel durante dos legislaturas previas a la República, y Alcalde de Teruel.

Formación y carrera profesional
César cursó el Bachillerato en Teruel y posteriormente el Peritaje Industrial en Zaragoza, especializado en Mecánica y Electricidad.
Se presentó a la 1.ª Promoción de Ayudantes del Ministerio de Industria, obteniendo el n.º 4 de su cuerpo.
Ejerció en la Delegación de Teruel entre 1928 y 1932, trasladándose después a la Delegación del Ministerio de Industria, Agricultura y Comercio de Castellón, donde desarrolló su labor como Ayudante de Ingenieros hasta su jubilación en 1977.

Cesar Arredondo , en su mesa de la Delegación de Industria


Vida en Castellón
A su llegada se hospedó en el Hotel Oriente, en la calle Enmedio, junto al Hotel Suizo. Poco después se instaló con su hermana Marina en un piso de la calle San Vicente, 51.
Con el estallido de la Guerra Civil, trasladó a su familia desde Teruel a Castellón, instalándose en la calle Enmedio, 69, donde vivieron hasta el fallecimiento del padre en 1957. Tras ello, la madre y las hermanas se mudaron a la calle Amadeo I, donde permanecieron el resto de sus vidas.

Nada más establecerse en la ciudad, se hizo socio del Casino Antiguo —del que llegó a ser directivo— y del Círculo Mercantil, ambos en la Puerta del Sol. Su facilidad para comunicar y su carácter extrovertido le permitieron integrarse de inmediato en la sociedad castellonense, siempre orgulloso también de su origen aragonés.

Participación social y cultural
Fue miembro activo de numerosos colectivos: la Junta del Casino Antiguo, la Junta Central de Fiestas de la Magdalena en su primer año de existencia y en etapas posteriores, el Centro Aragonés, el Club Taurino, el Club Automóvil de Castellón y la Cofradía de la Purísima Sangre.

Su implicación con el Centro Aragonés fue especialmente destacada. Promovió la creación del Altar de la Virgen del Pilar en la Iglesia de la Santísima Trinidad y, cada 12 de octubre, se ocupó de traer grupos de canto y baile de distintas localidades aragonesas.
El Centro tuvo su sede durante años en el primer piso del Teatro Principal, un amplio salón con vistas a la plaza de La Paz y a la calle Herrero. La financiación, modesta, se sostenía gracias a la tradicional Lotería de Navidad.
Entre sus miembros destacaban familias aragonesas muy vinculadas a la vida social de Castellón, como los Alloza, Izquierdo, Molina o D.ª Pilar.

Por su respeto a la tradición aragonesa, supo otorgar siempre un lugar destacado a la Guardia Civil, cuya patrona es la Virgen del Pilar, en todos los actos y celebraciones.

Convicciones y vida espiritual
De profundas convicciones cristianas, su parroquia fue siempre la Iglesia de la Santísima Trinidad de Castellón. Allí contrajo matrimonio con D.ª Amparo y allí fueron bautizados sus tres hijos, en el que fue uno de sus espacios de referencia y pertenencia durante toda su vida.


Reunión con compañeros de la Delegación de industria y de distintas empresas de Autoescuelas.


En la mesa de izquierda: Eulalio Ocaña Martínez, Ramos Garijo , Carlos Ramos Vizcarro (Delegado provincial de Industria), José Cuevas (Autos Mediterráneo), Cesar Arredondo Bombón.



Ernesto Bou

Ernesto Bou (1947-2019): El legado de un hostelero pionero en Castelló

Ernesto Bou
Ernesto Bou

Ernesto Bou, reconocido hostelero de Castelló, es considerado el fundador de la emblemática zona de las tascas de la ciudad. Nacido en Villahermosa del Río, inició su trayectoria en el mítico OAR, en la Calle Mayor, formando parte de una barra de camareros que serían los pioneros del tasqueo en Castellón.


Barra camareros del OAR
Los inicios en el OAR

La barra de camareros del OAR marcó una época, sentando las bases de la cultura de las tascas en la ciudad. Sin embargo, en 1971, Ernesto decidió emprender su propio camino y abrió su establecimiento en la calle Barracas. Su local, conocido como La Oficina o, simplemente, Ernesto, se convirtió en un referente desde sus inicios.

Cuatro meses después de la apertura, contrajo matrimonio con su gran compañera, Delfina Bou, con quien tuvo dos hijos, Ernesto y Sonia. Ellos fueron el pilar de su legado, manteniendo viva su visión y compromiso con la hostelería.

Ernesto y Delfina

El impacto de El Ernesto en Castelló

Desde su fundación, Ernesto se consolidó como un punto de encuentro imprescindible para los habitantes de Castelló y fue el germen de la popular área de las tascas.

La influencia de Ernesto Bou en la vida social y gastronómica de la ciudad fue extraordinaria. Su tasca no solo ofrecía comida y bebida, sino que también se convirtió en un espacio de reunión y convivencia para diversas generaciones. Su trato cercano y afable le granjeó el cariño de muchos clientes, quienes lo consideraban más que un simple hostelero.

Un legado que perdura

Tras una larga enfermedad, Ernesto Bou falleció en abril de 2019, a los 72 años. Su legado sigue presente en la cultura de las tascas de Castelló, que continúan siendo un referente de la vida social y gastronómica de la ciudad.

Su despedida, en su esquela después de más de cuatro décadas detrás de la barra, lo dice todo:

"Gracias por todos estos años de buenos momentos, me voy a montar otra tasca."